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miércoles, 20 de abril de 2011

Golborne y Piñera planean entregar Parque Nacional Lauca a transnacionales mineras

Sigilosamente en las oficinas de la Secretaría General de la Presidencia se está armando el entramado jurídico para desafectar una zona del Parque Nacional Lauca y entregársela a las compañías mineras. El gobierno de Piñera espera que entre un 5% y un 15% de los terrenos del parque, reconocido por la Unesco como reserva de la biósfera, sean explotados para extraer cobre, oro y plata.

A principios de abril se anunció que la Secretaría General de la Presidencia avanza a paso firme en los estudios jurídicos para desafectar un amplio espacio del Parque Nacional Lauca, ubicado en la Región de Arica. Hasta un 15 por ciento de las 137.883 hectáreas del espacio protegido sería entregado en concesiones a compañías mineras para la explotación de cobre, oro y plata presentes en el subsuelo.

Si bien la idea de explotación de minerales surge durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, desde que Piñera llegó a La Moneda se apuraron los proyectos para intervenir dichos espacios. En agosto del 2010 encargó a la Segpres un informe al respecto y anunció la intervención en una visita a Arica.
El Gobierno persigue encontrar un recurso legal que le permita desafectar un área del parque ubicado en la precordillera y el altiplano andino y así iniciar faenas mineras en un parque nacional protegido por la ley chilena y convenios internacionales.
Aún no hay claridad respecto del tamaño de la zona que Piñera quiere desafectar, aunque informaciones del Diario Financiero calculan en que serían 43 mil hectáreas. El mismo periódico señala que el Gobierno estaría en una etapa de elaborar conclusiones respecto de un informe en torno al tema para ver los beneficios que esto tendría.
En forma paralela, el Ministerio de Minería ha invertido dinero de los contribuyentes buscando un mecanismo jurídico que permita la explotación minera del parque, lo que la actual legislación no permite al tratarse de un área protegida.

MINERAS CON LOS COLMILLOS AFILADOS
Fuentes del Ministerio de Minería calculan en que desafectar el parque permitiría la inversión de cifras cercanas a los US$ 2.000 millones.
Compañías mineras transnacionales y criollas afilan los dientes para explotar las reservas de cobre, oro y plata que estarían en el subsuelo del parque nacional. Ya han pronunciado su interés al respecto compañías como Rio Tinto, BHP, Codelco y Anglo American.
Además ya se han presentado tres proyectos, los que ya cuentan con resolución de calificación ambiental (RCA) para exploraciones por parte de las mineras Catanave, de Southern Copper Corporation; Pampa Camarones, de Haldeman Mining Company; y Los Pumas, de Minera Hemisferio Sur.
El proyecto minero Catanave, ubicado en plena Reserva Natural Las Vicuñas, fue aprobado pese a la evidencia disponible de su impacto en el ecosistema y a los pueblos  indígenas colindantes a la zona.
La iniciativa liderada por la empresa estadounidense Southern Copper Corporation –con instalaciones en Perú y México- pretende llevar a cabo 14 perforaciones con diamantina en la ladera oeste del Cerro Catanave. Este método permite la obtención de una muestra de las rocas perforadas que evidenciará la existencia de posibles minerales en la zona.

Área a desafectar del Parque Lauca
PARQUE NACIONAL  Y RESERVA MUNDIAL DE LA BIÓSFERA
El Parque Lauca se encuentra entre los 3.200 a 6.342 msnm en la comuna de Putre,  Provincia de Parinacota. Se ubica al norte de la Reserva Nacional Las Vicuñas y es un patrimonio natural protegido por leyes chilenas y acuerdos internacionales, como el ser declarado Reserva de la Biósfera reconocida por la Unesco en 1981.
En sus más de 137 mil hectáreas de precordillera y altiplano, que incluyen el lago Chungará y los bofedales de Parinacota, alberga especies vegetales únicas, como la chachacoma, la llareta, la queñoa de altura y la tola.
Además es hábitat de mamíferos como pumas, vicuñas, vizcachas, zorro culpeo y llamas; y aves, como caití, el flamenco chileno, la guayata, ñandúes y el pato jergón.
Estas cualidades hicieron que el área fuese declarada Parque Nacional en 1970, tres años después de que Chile subscribiera el acuerdo de la Convención de Washington para la Protección de la Flora, Fauna y Bellezas Escénicas, de 1967.
Según este convenio internacional, los gobiernos “convienen en que los límites de los parques nacionales no serán alterados ni enajenada parte alguna de ellos”, sino mediante la declaración de una ley. También se establece que las riquezas existentes en las zonas protegidas no se explotarán con fines comerciales.
El afamado ministro Laurence Golborne está abocado a la tarea de hallar un resquicio legal que permita a las mineras intervenir el parque sin necesidad de aprobar una ley.
Dicha estrategia debe sortear además la declaratoria del parque Lauca como Reserva de la Biósfera, la que si bien no tiene ningún tipo de peso legal, debido a que los mismos gobiernos postulan tales espacios a este nombramiento dado por la Unesco, se sabe que provocará el rechazo en la ciudadanía.
Otro obstáculo para el Ejecutivo es la presencia en el parque de comunidades aymaras, las que ya han mostrado resistencias a que se intervenga su espacio de vida.
Para esto Piñera en su visita a Arica hizo el anuncio de la intervención del parque argumentando las necesidades de trabajo en la población y que implicaría oportunidades de desarrollo económico para la Región.

LAS RESISTENCIAS
La Coordinadora Aymará de Defensa de los Recursos Naturales de Arica Parinacota ya manifestó su rechazo a las intervenciones de compañías mineras.
En un comunicado dado a conocer el año pasado, los aymaras acusan que no se ha respetado el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígena, que exigen la consulta a los habitantes originarios cuando un proyecto afectará sus territorios.
Además en Facebook ya han surgido grupos que rechazan la intervención minera en un área rica en diversidad vegetal.
La Coordinadora Aymará centra sus descargos en que como la necesidad de agua para la actividad minera es grande, se dañaría el frágil ecosistema del parque con las extracciones de agua que reconoció necesitar el proyecto Catanave en su informe ambiental sólo para su etapa de exploración. La compañía considera el uso de 40.000 litros de agua por sondaje, lo que significa un grave daño para la flora y fauna del lugar.
En la declaración, la Coordinadora Aymara sostiene que “la industria de la minería es un proceso que demanda grandes cantidades de recursos hídricos para sus procesos mineros. Un ejemplo, según la Federación Minera de Chile (FMC) para producir los 5,5 millones de toneladas de cobre fino producidas por Chile en el 2007, se utilizaron aproximadamente 29,7 millones de m3 de agua, lo que representa el consumo mensual de 1.485.000 familias. De este total, más del 60% se extrae de napas subterráneas existentes en el desierto y la cordillera nortina. También la empresas mineras utilizan el agua en forma gratuita, es decir, no pagan el agua como lo hace el chileno común y otras industrias, generando un perjuicio al estado chileno”.

Por Mauricio Becerra R.
El Ciudadano

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